Más allá de la limpia y valiente historia política de Iván Rodríguez, recogida de manera magistral por el los oradores de la puesta en circulación de su libro, que nos lleva desde su juventud hasta la actualidad, por el 14 de Junio y la guerrilla del 63 comandada por Manolo Tavárez Justo, la guerra de abril, la lucha popular y la solidaridad internacional, pasando por el recíproco e inmenso amor con Doña Mirian, yo vi algo más.
Vi a camaradas, compañeros y amigos que por más de 50 años, desde que yo era un niño, en la UER, hemos compartido con Iván Rodríguez las luchas por el bienestar de los dominicanos, por la independencia y soberanía del país y todos los países del mundo y hemos practicado la solidaridad con Cuba, otros países y causas justas de la humanidad.
Yo vi y escuché un susurro, que se convierte en clamor para que el ejemplo de unidad y solidaridad de ese acto se proyecte a la nación y pueda parir un instrumento de su liberación y verdadero desarrollo, donde los que por sus propios intereses y motivos, hasta ahora, no han oído la voz del pueblo, la oigan y ayuden a que se haga realidad lo que sabemos en el fondo quieren.
Yo vi aquellos tiempos, la fuerza de POASI, UNACHOSIN, MCI, CONAMUCA,FED, FENES, SUTRAFADO, SITRACODE, ASOCLUDISNA y todo el movimiento clubístico y popular.
Yo vi una izquierda fuerte incidiendo en esos sectores y el pueblo y quiero volver a verlo.
Si, por Iván con el que compartí siendo yo de la UER, en el nacimiento de la UNER, en mi paso por la FED, en los esfuerzos del FREPAN, en la UPA y el PTD, reclamamos sinceridad, unidad, un proyecto popular, que pueda replicar lo que las fuerzas progresistas han logrado en otros países, especialmente de América, en el que estaré, en el que estaremos, porque ese sueño fue lo que yo vi en la puesta en circulación del libro de Iván.
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