De acuerdo con la propuesta del académico Abraham-Avi-Loeb, las sondas que califica como “semillas de diente de león” podrían “separarse de la nave nodriza por la fuerza gravitatoria del Sol, por capacidad de maniobra”.
Ambos expertos consideraron que estas “semillas de diente de león” tienen una función de exploración y al ser tan pequeñas podrían llegar a la Tierra sin ser detectadas por los telescopios disponibles, ya que no reflejarían suficiente luz solar.
“Estas sondas diminutas llegarían a la Tierra u otros planetas del sistema solar para su exploración, ya que la nave principal pasa a una fracción de la separación entre la Tierra y el Sol, tal como lo hizo Oumuamua antes de abandonar nuestro sistema”, exponen los autores del borrador.
El científico había propuesto que el objeto interestelar alargado Oumuamua visitó y abandonó el sistema solar en el 2017 en realidad era una nave extraterrestre, aunque esa teoría fue desestimada.
Tanto el científico como Sean M. Kirkpatrick, director de la Oficina de Resolución de Anomalías de Todos los Dominios del Pentágono proponen que la civilización alienígena podría haberse extinguido y haber enviado sondas antes de que se formara la Tierra.
El borrador publicado el 7 de marzo aún no ha sido revisado oficialmente por sus pares y no corresponde a un documento oficial del Pentágono.
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