Yerlendy Abad
Santo Domingo, RD. - A pesar de la felicidad que la caracteriza, Charytín Goico vivió una niñez empañada por la violencia doméstica, ya que desde pequeña veía cómo su padre golpeaba a su madre. En su libro, “El tiempo pasa. . . ¡pero yo no!”, la artista cuenta que su papá era un buen hombre, pero el alcohol lo convertía en otra persona y lo llevaba a tener esas conductas que la decepcionaban.
La también comunicadora se enfrascó desde joven en un viaje que la llevó a tener su explosivo personaje televisivo de “Mosquita Muerta”, rol que en su vida personal no aplicaba porque era todo lo contrario.
“No era envidia, es que me di cuenta que me iba a convertir en la Mosquita Muerta... Ella hacía cosas que yo no me atrevía a hacer”, afirmó
La polifacética artista dominicana estuvo en esta editora la semana pasada para convertirse en la portada y figura principal de la última revista Ritmo Social del 2022, que saldrá el próximo jueves 22.
Un golpe duro
A raíz de la muerte, el 12 de junio de 2016, de su esposo, Elín Ortiz, con quien se casó dos veces (la segunda se realizó como un cuento de hadas teniendo como escenario una capilla de Disneyworld), Charytin confesó que durante dos años no fue ella.
Con más de 200 canciones escritas, aseguró que su don más grande es el de componer y que en este momento no se cierra a lanzar otro álbum en su faceta de cantante.
De su rol en la televisión se siente aceptada por un público renovado. Una etapa en ese medio a través del programa “Escándalo TV” que le dejó una generación nueva de fanáticos, pero también una amistad que se lastimó.
Aunque pidió ser lo suficientemente neutral durante ese programa de farándula, alegando que estaba en posición de artista y colega de trabajadores del arte, Charytín fue acusada de no defender a Tatiana, personaje infantil, frente a una noticia del maltrato físico y psicológico que vivió en su matrimonio.
“Recuerdo el caso de una amiga que la perdí para siempre, la reina de los niños de México, Tatiana”, dijo con ojos llorosos y voz entrecortada.
“Me la encontré en la boda de Lucía Méndez y me volteó la cara. Fue un error mío muy grande”, agregó.
“Escándalo TV” arrancó en el año 2002 por Telefutura (hoy Unimás) y se mantuvo casi una década en el aire hasta que salió en octubre del 2011.
Madre de todos los urbanos
La veterana artista admite que ama a los urbanos y que no juzga lo que hacen Cardi B, Tokischa y Bad Bunny. Incluso, se considera una madre para ellos.
Chary se define como uno de los primeros ejemplos de irreverencia entre las figuras públicas.
“Era fuertecita para lo que se vivía en ese tiempo distinto al de ahora, pero fíjate que siempre he estado a la vanguardia, yo nunca me he quedado atrás porque para mí hay que ir avanzando”, expresó.
En ese sentido, aplaude lo que están haciendo en el género urbano y se proclama “amante del reguetón”.
Recuerda una ocasión cuando querían sacar a Ivy Queen de un estudio de televisión, por lo que decidió imponerse para que la cantante puertorriqueña permaneciera en el lugar.
Al contrario de 2020, época de un confinamiento mundial por la pandemia del Covid-19, que describe casi como una pesadilla que vivió sola, en su casa de República Dominicana, Charytín espera que el 2023 sea mejor. Para Año Nuevo visualiza “regalos del universo para todos los seres humanos”.
Nietos. Entre sus sueños, la actriz habló del poder compartir más con sus nietos. Nicolás y Evan, los mellizos de Shalim Ortiz y Lesley Ann Machado, ya tienen siete años. “La Rubia de América”, considerada embajadora de la dominicanidad y la alegría que identifica a los dominicanos, insta a sus compatriotas a no perder la fe y creer de que el próximo año estará lleno de bendiciones, éxitos y luz.
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